Vacaciones en pareja

Siguiendo las estadísticas, las vacaciones parecen ser «la prueba del algodón» a superar por la pareja. Como dice mi amiga Maria, en vacaciones hay que dejar el ego en casa… 

«Me dediqué a perderte» es el título de una canción de Alejandro Fernández, cuya letra explica muy bien el papel del ego en la pareja. La canción es preciosa y esta versión con Amaya (La oreja de Van Gogh) es un lujo.

… me dediqué a no verte…

…me encerré en mi mundo…

… te dejé para luego…

… este maldito ego…

En la letra de la canción se hace referencia a temas que hemos hablado en el blog y de los que a continuación facilitamos enlace directo:

  • Identificar nuestras prioridades 

«La felicidad aplazada»

  • Aceptar los regalos que la vida nos ofrece

«¿Soñamos?«

  • Dedicar a cada cosa el tiempo que nosotros creemos que se merece

«La tiranía del reloj, la filosofía slow«

  • No olvidarnos de vivir el presente…

«Tiempo y Feng Shui: ahora«

  • Aprender a superar nuestros miedos «tóxicos»

«El miedo en Feng Shui»

… Por supuesto, podemos practicar Feng Shui, a través de la aspiración del compromiso o la pareja. Los que todavía no tienen pareja, también pueden practicar la «Ley de la Atracción», como dice la canción: siempre que ¡tengamos ganas!

Canción «Tengo Ganas» de Alejandro Fernández

¡FELICES VACACIONES, EN PAREJA!

Maru Canales

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10 Responses to Vacaciones en pareja

  1. Pascal dice:

    cuando no se ama demasiado, no se ama lo suficiente…

  2. Eréndira dice:

    Hola Maru, permíteme que al hilo de este artículo sobre las relaciones de pareja, haga mención a la propuesta de Jorge Bucay que aparece en su libro “Cartas para Claudia”, porque creo que explica muy bien algunos conceptos que aunque evidentes, se nos olvidan con demasiada frecuencia:

    Quiero que me oigas sin juzgarme
    Quiero que opines sin aconsejarme
    Quiero que confíes en mí sin exigirme
    Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí
    Quiero que me cuides sin anularme
    Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí
    Quiero que me abraces sin asfixiarme
    Quiero que me animes sin empujarme
    Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí
    Quiero que me protejas sin mentiras
    Quiero que te acerques sin invadirme
    Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten
    Que las aceptes y no pretendas cambiarlas
    Quiero que sepas… que hoy puedes contar conmigo…
    Sin condiciones

  3. angela dice:

    buenísima la reflexión de bucay, aunque yo la plantearía en primera persona: te oiré sin juzgarte, confiaré en ti sin exigirte….. y añadiría al final: no te haré responsable de mi felicidad, solo quiero que seas mi compañero de vida

  4. juanarmas dice:

    Respetando la reflexión de Bucay, coincido con Angela. Habla de derechos y todos son oídos; habla de responsabilidades y nadie se da por aludido…, aunque se hable de nosotros mismos. Con tu permiso, Maru, bien merece el tema de relaciones algo más que un comentario.

  5. Maru Canales dice:

    Hola Juan, ya he visto que te has animado a hablar del tema, para el que quiera seguirlo:

    Relaciones: reflejos de amor o miedo

  6. Burnt dice:

    Entiendo lo que dice Maru y comparto la consentida esclavitud a la que nos sometemos respecto a nuestros sentimientos. Por lo menos en mi caso es voluntaria.
    No sé si la propuesta que hacen Eréndira y Angela debe limitarse sólo a las relaciones de pareja.
    Tedm Burnt

  7. Omat dice:

    Yo también Tedm, pienso como tú que la propuesta realmente es válida para cualquier «buena» relación, sea del tipo que sea. De alguna manera, me recuerda la diferenciación que el español nos ofrece en cuanto a las utilizaciones del verbo querer o amar.

    Aunque también estoy de acuerdo en que gestionamos los sentimientos según nuestra voluntad, personalmente añadiría como puedo o sé…

  8. Burnt dice:

    Gracias Omat, puede que tengas razón. Me refería a los estados de apasionamiento. Conozco gente que ha creído durante muchos años que podía gestionar sus sentimientos, que los podía racionalizar y conducir hacia donde él quería. Y sin embargo, sin esperarlo, surge algo o alguien que trastoca ese pequeño universo y que hace que toda tu vida se focalice hacia ese punto. Te creías capaz de dominar cualquier sentimiento y sencillamente te das cuenta de que los ahogabas en una cámara frigorífica. Y entra el apasionamiento, el ego y las esclavitudes consentidas.

  9. ana dice:

    Como decia Juan este tema da para mucho más que un comentario… En cuanto al artículo totalmente de acuerdo que debemos aclararnos con nosotros mismos primero, en primera persona, cuales son nuestras prioridades y actuar en consecuencia. Por ello, yo iría más lejos con la propuesta de Bucay y la aplicaría en primera persona: no juzgarme, aprenderme, quererme, sin llegar al narcisismo o egocentrismo
    Por otro lado, complicado el tema del apasionamiento, ahora hay científicos que lo delimitan en el tiempo, sin embargo otros lo defendemos como un verdadero gran comienzo
    http://www.noticias.com/articulo/10-02-2006/francisco-dancausa-ruiz/puede-ser-apasionamiento-amoroso-tan-fugaz-52mb.html

  10. Alfonso dice:

    Sin embargo pocas actividades se inician con tantas expectativas y fracasan tan a menudo como las relaciones amorosas, en muchos casos debido a este apasionamiento que se comenta, equiparando su intensidad al amor que se siente, cuando en realidad no es más que el reflejo de la ansiedad de acabar con la soledad que se ha sentido con anterioridad.

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