Una lección de prosperidad

«El que está satisfecho con su parte es rico»

Lao-Tsé

Aquí sigo, después de meses, tratando de entender la aspiración de la riqueza y la prosperidad, parece que se trata de una de las energías que más me cuesta entender. Necesito traspasar mis propios límites, producto de mi mentalidad occidental y, dejar de identificar prosperidad con dinero. Entiendo que el dinero no me dará la felicidad pero también entiendo que es necesario para sobrevivir en esta sociedad. Es más tengo la sensación de que el dinero es una consecuencia de la prosperidad y no un objetivo. Pero sé que aún me quedan muchas cosas por aprender…

Cuando veo la felicidad en las caras de la gente del llamado tercer mundo me pregunto: ¿qué saben ellos que yo aún no he descubierto?
Este video además de una lección de prosperidad, es un regalo de media hora de paz y amor

(Tras ver este video he entendido que la crisis económica que vivimos no parece una casualidad… )

Maru Canales

Autora del libro «Feng Shui en la vida»

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7 Responses to Una lección de prosperidad

  1. vanesa dice:

    Hola Maru, ¡¡¡¡ESPECTACULAR¡¡¡, tremendamente conmovedor, tanta obsesión por tener y no sabemos ver la cuantía de lo que hemos perdido……. ¿los valores y la sensación de unidad tienen precio?

    Gracias por refrescarme el corazón

  2. Vi el vídeo en otro blog y quedé impactada. Una lección de prosperidad…

    Me pasa lo mismo que a ti, Maru. He aprendido a quererme más que antes, pero aún no debo de sentirme todo lo próspera que debiera, por cosas que me suceden, que no me encajan en mi nueva forma de ver la vida.

    Dicen que, incluso para disponer del dichoso dinero sin aprietos, y sin dependencia de él, has de sentirte merecedor de vivir así y que, por tanto, uno gana lo que cree merecer. Álex Rovira contaba en un artículo que un porcentaje altísimo de personas que se hacían millonarios por los juegos de azar lo perdían en poco tiempo, porque no se sentían merecedores de vivir holgadamente. Tenían sensación de escasez en su vida y en ella se quedaban, independientemente de lo que les sucediera fuera.

    Y sí, en los países «civilizados» debemos de estar totalmente equivocados con este asunto, pero a ver cómo cambiamos ese patrón de escasez colectivo…

    Un abrazo

  3. Maru Canales dice:

    Vanesa, a mi me da pena no tener la edad para ser adptada… Pero seguro que seriamos bienvenidas, las II…

    Concha me encanta pasear por tu blog, enhorabuena por lo bonito que lo haces, escribo tanto que a veces soy demasiado parezosa para comentar…

    ¿Como podríamos cambiar ese patrón de escasez colectivo? Vanesa me va a reñir 🙂 , pero no me resisto a no contestar lo que intuyo… , quizá con el ejemplo individual… y, alguien tendrá que empezar, ¿quien se anima??

    Un fuerte abrazo,

  4. Ashbless dice:

    Hago una terapia, y uno de los aspectos que entraban en el programa de mi terapeuta es que entendiera el concepto de prosperidad.

    Siempre asocié espiritualidad al desprecio por el dinero, por la riqueza, por la comodidad incluso. Soy bastante sencillo en cuestiones prácticas y cuando puedo me voy de acampada a la sierra. allí no necesitas más que un saco, agua y comida. Todo lo demás lo pone la naturaleza. Incluso cuando regreso a mi casa, me sorprende cuantas cosas tengo.

    Tras trabajar bastante llegué a la conclusión que la prosperidad es que salen continuamente trenes, que no hay que rechazar aquello que las personas y el mundo quieran compartir contigo, ni por miedo ni por vergueza – que es miedo- y que el dinero no es malo necesariamente. Es poder, y el poder nos permite errar y acertar. Sin embargo, antes y después de esto siempre me pareció cierto aquello de que es más rico quien menos necesita. Aunque hay que saber compartir y disfrutar.

  5. toni cuevas dice:

    Es increíble. Me he emocionado hasta las lágrimas. Acabo de llegar de estar todo el día fuera. Cogí el avión por la mañana, pasé el día con hombres a los que no conocía para venderles un proyecto medioambiental. En teoría era para el bien de la comunidad a la que va dirigido. Sólo se habló de dinero y de comisiones, de crear una línea de negocio, hacer más dinero, en definitiva. Como un niño chico mi anfitrión me paseó por sus negocios, por sus posesiones, en un mercedes enorme que ofendía hasta el buen gusto y que, probablemente cuesta más que el proyecto que fui a proponerles. He vuelto a casa agotado después de otro viaje en avión y este vídeo ha sido como el golpe del juez al dictar sentencia. Siempre he pensado que me dedicaba a mi trabajo porque pensaba que era mi granito de arena, una forma de vida honesta pero no ha sido así. He inoculado el virus de la indiferencia, me he ido convirtiendo en un hombre de negocios en lo que menos contaba era lo que hacía. Volviendo, en el avión, me he visto reflejado en el cristal de la ventanilla. No soy lo que el niño que fui imaginaba para mí a estas alturas de la vida. Y no me estoy refiriendo a status. Supongo que uno se impregna en la escuela, de alguna forma intuye, que es lo que se espera de uno, como si te dieran el guión del papel que te toca interpretar. Y luego… luego se refuerza. Ahora mismo no sé cómo enfocarlo, sinceramente, no sé cómo puedo encontrar un camino medio. No sé, imagino que será cuestión de tiempo que la encuentre, que la máquina de encontrar soluciones ya se ha puesto en marcha y que tarde o temprano acabaré por encontrarla. Vaya rollo he soltado. Si has llegado hasta aquí, te has ganado una piruleta.

  6. Me he ganado la piruleta y me está sabiendo muy rica, porque me encanta lo que has contado, Toni. Creo que ya estás encontrando el camino medio, como dices, porque te estás cuestionando tu vida, y por ahí se empieza 😉

  7. Cristina dice:

    Todo lo que no se da se pierde,
    que más da lo que estudies, comprendas si no hay a quien transmitirlo?
    «Todo lo que sale del alma toca» como dice un amigo mío y creo que el aprender a darte es el camino a la felicidad. Los medios nos dicen que la prosperidad es tener mas y yo digo que la prosperidad y crecimiento personal es dar más, dar de ti lo que te sale del alma.Hay que resistirse a lo efímero, dar de nosotros y asi además de prosperar,nada de lo que pase por nuestra existencia quedará igual.
    Dar es una de las mil formas de amar y quien no necesita amar? considero que es el camino de la prosperidad…me enrrollaria mucho con este tema.
    Con este Blog Maru, tu estas dando y por eso me parece tan bueno y se nota que sale de tus pensamientos y es un honor poder compartirlos.Buen dia!

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