El arte es una de las piezas claves en la puesta en práctica de la técnica Feng Shui, nos ayuda a representar nuestras aspiraciones y anhelos. El arte es el mejor representante de las dos dimensiones de la energía. La energía tangible a través del óleo, los colores, el dibujo. La energía intangible, la más importante porque es la que guarda el tesoro de nuestro mensaje, los sentimientos y sensaciones íntimos que afloran al contemplar la obra.
El arte es un instrumento de comunicación, y como ésta, necesita llenarse de contenido para transmitir. La obra de esta autora, Dora Gil, ha nacido desde el alma porque se comunica con ella directamente. Sus creaciones actúan como mensajeros silenciosos, son una oportunidad para dar paso a la serenidad, la armonía y la paz.
La temática de su obra se centra en los valores internos del ser humano y en su relación con la Naturaleza. Su pincel nos refleja un mundo que todos compartimos y del que todos tenemos una referencia, un reflejo interior, que resuena, que se despierta, que aflora al contemplar su obra, tal como se pone de manifiesto en estas fotografías.
Os aseguro que hacer una selección de su obra para este artículo me ha costado, hubiera traído todos sus oleos y acuarelas. Por ello, os invito a que visitéis su página y disfrutéis de ella, pinchando aquí.
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Hola Maru,
y a veces como ahora las palabras tambien lo son……
Un abrazo
Gracias por compartir esta belleza.
Veo que has decidido saltar al vacío en tu búsqueda incansable de la libertad. Realmente, cuando decides desprenderte de toda referencia, cuando dejas de comparar con lo conocido hasta ahora… conectas con la esencia de las cosas.
Si descubres lo sublime en lo que te rodea es porque tu alma responde en sintonía.
Un intenso abrazo
Me alegra que os guste. La obra de Dora es muy especial, sobre todo por lo que logra trasmitir. Aunque conociendola no es más que el reflejo de ella misma. A ella si que la podría repetir tus preciosas palabras “si pintas lo sublime es porque tu alma responde en sintonía.”
Sursum, lo mio no tiene ningún mérito, este año estoy más rodeada que nunca de gente maravillosa. Además de mis amigas habituales como Vanesa, el grupo de mis compañeras/os de camino en la Escuela Traspersonal, de los que ya conoceis a dos, Dora y Kerstin, que escribió el cuento “El sueño azul”
. Ya os podeis imaginar lo que puede ser el grupo al completo.
Un intenso abrazo,
Maru, no me cabe ninguna duda de que todos atraemos a nuestra realidad lo que queremos o necesitamos para crecer. Así que si has conseguido rodearte e integrarte en ese maravilloso grupo de compañeros de viaje es desde luego por meritos propios. La humildad no debe estar reñida con la autoestima. Buen juego de equilibrio con esos dos conceptos ¿verdad?
Y lo que son las cosas, mostré la obra de Dora a mi amiga Reme y la reconocíó como parte de su pasado. Dora hizo un cuadro especialmente para una amiga común que se marchaba lejos, Olga. Y así, encadenadamente pude conocer algunas peculiaridades de ese ser tan especial que es Dora, que sabe plasmar los colores y sentimientos del alma.
En esta ocasión te mando un intenso abrtazo con efecto cadena. Transmíteselo a Dora de parte de Olga, Reme y mio. Todos admiramos al artista capaz de plasmar esa visión en sus obras.
¿Verdad que el mundo es un pañuelo?
Hola Sursum,
Por supuesto que se lo diré a Dora, la animaré a que venga a visitarnos, es evidente que el pincel se la da muy bien, pero no se queda atrás en la palabra.
Efectivamente el mundo es más grande y lleno de posibilidades de lo que creemos y a la vez muy pequeñito. Cualquier dia de estos nos conocemos.
Un abrazo,