Mi ego y yo

“Podemos seguir viviendo al nivel del ego tanto tiempo como queramos. No es que esté “mal”; es insatisfactorio, simplemente.”

Annie Marquier

”desarrollo personal”
 
Cada día experimento con más certeza que la armonía y el equilibrio son claves en el hallazgo de nuevos caminos. De ahí, surge la idea de no tratar de aniquilar al ego, creo que es más interesante hacernos amigos, equilibrando su fuerza y potencial, para que actúe como una ayuda cuando es necesario y permitirle un merecido descanso cuando no necesito sus servicios. 

Pero el ego no quiere perder su espacio ni su poder, desconfía de mis intenciones. Entonces se vuelve juguetón y va intentando nuevos caminos para despistarme. Me gustaría que compartamos estas experiencias para ayudarnos mutuamente, os cuento como voy pillando yo a mi ego en sus transformaciones:

  • El ego camaleón,

En un principio empiezo a observar el funcionamiento de mi propio ego, cuales son sus áreas de acción preferidas. Pero el ego es pudoroso y al sentirse observado, se esconde. En realidad cambia de campo de acción, surge su gran capacidad de adaptación a nuevas circunstancias y se especializa en un área nueva.

Por ejemplo, si mi energía (o inteligencia) predominante es la intelectual, será fácil encontrarme allí con mi ego. Al sentirse observado se irá a otra energía, por ejemplo, a la emocional. Y así continuamente, de energía en energía, hasta ir volviéndose más sutil cada día.

  • El ego espiritual,

Creemos que al ego le gusta la confrontación y es cierto, pero también sabe disimularlo. «Si no puedes con el enemigo, únete a él», esta parece ser la máxima del ego acorralado. Al sentirse observado en todos mis campos de actuación (o energías), decide unirse a mi en el camino del autoconocimiento.

Una forma de encontrarle: «todo lo que necesita una explicación viene del ego…»

  • El orgullo místico,

En este momento ya reconozco el ego de los demás con una claridad pasmosa, sin embargo, el mío se ha vuelto de una sutileza increíble. Por eso, me lo creo y me intento hacer la salvadora de todos los que me rodean, yo ya lo tengo controlado… 

Además empiezo a perdonar a los demás, pobrecitos no conocen a su ego tanto como yo al mío, entonces me pregunto: ¿perdonar no llevará implicita una manera de juzgar?.

«Nunca serás nada de lo que hagas por maravilloso que sea, simplemente serás tú haciendo algo, manifestando fuera lo que eres. El autoconocimiento me hace más libre, pero no más yo, no puedo ser más porque ya lo soy todo.»

Vanesa Saavedra, «Orgullo místico»

Una forma de encontrarlo es cuando empiezas a notar que la gente a tu alrededor empieza a posicionarte en los primeros puestos del autoconocimiento (por ser suave, otras veces lo crees directamente). Pero algo te recuerda que si ellos están contigo es porque son iguales a ti… 

  • El ego espejo,

Estamos llegando a niveles profesionales, el ego parece estar totalmente controlado, ya no lo encuentras en ti. En realidad hemos acorralado tanto al ego que ha decidido manifestarse a través de aquellos con quien nos relacionamos.

Me llama poderosamente la atención mi nueva capacidad para atraer ciertos egos ajenos, en áreas que creía superadas o que no tienen nada que ver conmigo… Ante la insistencia y, conocido el orgullo místico, pongo en práctica la teoría de los espejos y ahí está, mi ego de nuevo.

«Lo que más nos irrita de los demás es aquello que puede conducirnos a un mejor entendimiento de nosotros mismos»

C Jung

De momento, no subestimo en absoluto la capacidad de mi ego (tampoco la de mi alma…) , estas son las claves que personalmente he ido encontrando y os puedo contar.  Os invito a que me conteis las vuestras.

Maru Canales

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6 Responses to Mi ego y yo

  1. vanesasg dice:

    Hola Maru, lo cierto es que me he divertido muchisimo leyendo el artículo, de hecho todavia estoy sonriendo, lo que desconozco es quien se rie, si el ego o el alma, cosa que me produce más risa sin duda, pero bueno como los dos forman parte de mi por lo menos una parte se esta divirtiendo seguro.
    he de reconocer que me veo en todos pero el «ego espejo» está empezando a tomar clara ventaja en este momento de mi vida, a lo mejor por eso se rie tanto, porque le has pillado………

    un abrazo combinado

  2. toni dice:

    Mi ego me obliga a escribir este comentario, no sé si quiere verse en la pantalla y reconocerse cuando, más tarde, se lea. Este ego mío (lo de mío ya me huele a chamusquina) me lleva como un chiquillo a globo, es decir, lleno de aire y pretenciones, hace que aspire a lo más alto pero me no me suelta no sea que me pierda, me dice que le necesito para no dejar de pisar el suelo.
    Hace años leí «Más allá del materialismo espiritual» de un lama un tanto pecular (bebía alcohol, me gusta imaginar que un vaso de vino en las comidas, y comía carne) Chögyam Trungpa. Ahí me rendí. El ego se aferra a todas las experiencias e incluso a la de tratar de trascender el ego. Después de aquello, pensé que volvería a beber alcohol (algo más que el vasito de vino en las comidas) y a comer carne (morder los labios a las muchachas). El jueves pasado, alguien me dejó otro texto del maestro lama Trungpa «Shambala». Y no sé si es que el tiempo se desliza en espiral o que cada vez robo (ahora casi mendigo) los besos. Lo cierto es que vuelvo a cuestionar a este ego mío (y dale con el mío) y a querer algo más de independencia. De momento, me mudo, espero que en el traslado, se pierda, quede en el fondo de alguna caja, ese ego que es como una mancha de cerezas en la ropa blanca, difícil de eliminar, siempre a contra luz, deja un rastro.
    Me gusta este blog. Me gustó mucho la canción de Antonio Vega.
    Besos.

  3. Ita dice:

    Hola,

    Últimamente me encuentro en contextos de crecimiento personal con personas que hablan sobre el ego, bajo mi punto de vista de modo excesivo.

    ¿Por qué tanta incomodidad con esta entidad psíquica sin la cual no nos podríamos comunicar, vivir, compartir, aprender, ni elegir nuestro camino?

    Lo que peor me sabe es el uso indiscriminado del concepto. Difícilmente puedo llegar a entrever qué entiende cada cual por ego.

    No se si por mi formación universitaria en filosofía, psicología y pegadogía, o por las lecturas de textos budistas pero a mí entender, y según mi intransferible experiencia del ego, este es una mezcla de lo que entiende Freud y la filosofía oriental.

    De este modo, el ego es la instancia psíquica que conecta el alma, el subconsciente, el sentir emocional, la experiencia corporal, y todas aquellas partes, físicas y no físicas, que forman el SER.

    Por otro lado, en determinados y brevísimos momentos he tenido la suerte de vivir un silencio meditativo… desde el cual he experimentado, sentido mi ser esencial, mi alma, o todas mis vidas juntas… ¿Cómo explicarlo? La cuestión es que llegué a sentir un profundo amor por el dios creador del universo, por todo el planeta, y todos los hombres. Quizá fuera una mezcla de compasión y paz lo que sentí en ese SILENCIO. Pero lo más importante es que fue el propio ego quien deseó y creó las circunstancias apropiadas para experimentar el ser. En este sentido entiendo el ego en su concepción oriental budista que concibe el ego como una ilusión, como la personalidad que puede dejarse arrastrar por el mundo material, como una simple copia de la realidad autentica que es el Ser.

    Por todo ello, ¿No será que estamos empezando a confundir el uso terminológico de la palabra, usándolo para designar aspectos de nuestra personalidad o incluso para designar las necesidades de “ser mirados”, “ser escuchados”, “ser reconocidos”, etc? Pero en ese caso… nada tiene que ver con la discusión filosófica histórica del ego.

    Gracias al ego podemos conectar la experiencia del mundo interior con el exterior, el mundo espiritual con el material. Si queremos hacer evolucionar la conciencia humana, me parece más provechoso el silenciar la mente y vivir el máximo de momentos posibles desde el SER.

    A aquellos que necesitamos por las razones que sean hacer de nuestro nombre una marca, os deseo compasión y amor para con nuestras necesidades, pero dejemos en paz al imprescindible ego, que nos permite vivir, compartir y comunicarnos.

    Un abrazo 🙂 a todos vuestros magníficos egos!

    Ítaca.

  4. Semilla Resonante dice:

    Hola Maru,

    Desde el momento que perdonar lleva implicito juzgar, nos rodeamos de pensamientos negativos y autocríticos que tan sólo atraen olores pudrefactos y malolientes.El secreto es saber transmutar estos en positivos para que la belleza y la armonia se hagan realidad.

    No hay perdón si no hay ACEPTACIÓN, es así quando lo virtual se hace palpable, visible, audible y emana perfumenes agradables.

    Yo soy una de tantas cibernáuticas de noches que tienen la ESPERANZA de que algún dia estos sueños se hacen REALIDAD.

    «Sólo quando soy nada, siento todo.»

    Un abrazo.

  5. Ashbless dice:

    Me ha encantado la entrada. Creo que he pasado por esas etapas, aunque la cuarta se me ha presentado antes y después, sospecho que mientras quedan cosas por pulir, se puede producir esa reacción.

    Es cierto que aquello que te saca de tus casillas, que te afecta, contiene una verdad que aún no has resuelto. El tercer estado, el hedor del zen o santurroneria, es de los que más veguenza me dán, cuando lo veo en mi y también en los demás.

    Ahora al menos me doy cuenta que estoy en un estado que no es el normal, cuando el ego quiere tomar las riendas. Casi siempre. Habia decidido hacer un pacto con mi ego cuando encontré tu artículo. Me ha venido muy bien. Incluso alguna vez le noto y le dejo rienda suelta, porque tiene bastante gracejo en la conversación.

    Una pregunta ¿en que más podemos colaborar mi ego y mi alma, además de evitar el consumo de energia y la angustia de una lucha eterna?

    Gracias

  6. Maru Canales dice:

    Hola Ashbless,

    Entiendo que el ego es el instrumento del alma para manifestarse en el mundo en el que vivimos. En este sentido podríamos pensar que el alma está constantemente tratando de afinar su instrumento para manifestarse. Una de las obras que más me ha ayudado ultimamente ha sido «La libertad de ser» de Annie Marquier, te facilito el enlace al artículo que escribí sobre la misma, espero que a ti también te aporte:

    La libertad de ser

    Un abrazo,

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