«No puedes vivir en el reino de Dios por mucho tiempo.
No hay restaurantes ni lavabos»
Suzuki Roshi
Los despertares son esos instantes en los que te das cuenta de algo. Pueden suceder en instantes, en cualquier momento. A raíz de una conversación, una simple palabra, en una meditación… en cualquier momento. No son voluntarios, simplemente suceden. Sucede que te das cuenta de algo, sencillamente lo ves, lo entiendes, lo sabes. Son regalos de conocimiento, de conciencia.
Permitidme que os cuente uno de los más importantes que me han sucedido últimamente, mientras meditaba. Aunque fue como un fogonazo, un instante, puedo describirlo un poco más extenso. Estaba en un lugar que no era un lugar, no me limitaba la piel, era ligera… infinita… segura… Alguien me pregunta:
– ¿De nuevo a la tierra?
– Aún no lo sé, contesto, me acaban de llamar.
Inmediatamente hablo con alguien que me explica la oportunidad de venir a la tierra.
– Te cuento, se trata de lo habitual, una madre que no espera tu llegada y no se la tomará muy bien, tiene una serie de problemas que ya irás descubriendo. Sin embargo, aprenderás mucho sobre las emociones, es una gran chantajista y manipuladora emocional por lo que además te pasará inadvertido en cierto sentido la falta de amor. En cuanto al padre, como es lógico está cabreado, es su especialidad, la manera que ha encontrado de expresar su malestar.
– ¡Genial!, contestó yo, estoy deseando ir.
– Un momento, te vas ahora mismo, pero antes me gustaría darte algo muy especial, un despertador. Ya sabemos que desde aquí se ve todo muy fácil. Luego en la tierra todo cambia, a lo mejor te crees todo lo que te pasa… Por si acaso, te voy a programar un tumor, sobre los 40 años, más o menos la mitad de tu viaje. Así, si te duermes y te despistas por lo menos podrás disfrutar con mayor conciencia de la otra mitad…
– ¡¡¡Muchísimas gracias!!! , contesté mientras me iba corriendo…
Siempre había valorado levantarse por la mañana tras el olor del café recién hecho. En realidad, lo que más la gustaba es que alguien se hubiera ocupado de hacer el café. O mejor dicho, no tener que esperar a que este se hiciera y, así poder disfrutar enseguida del primer placer del día.
Hoy nadie hizo café para ella. Sintió una terrible desgana ante la evidencia de tener que preparárselo. Estaba saliendo de la cocina cuando un pensamiento la hizo volver. ¿Te vas a privar a ti misma del placer de una taza de café porque lo tengas que hacer tú? ¿Cuántos cafés has preparado para otros sin sentir esta desgana?
Ya con su taza de café en la mano, disfrutando su olor, su gusto, su calor… quiso descubrir por qué sentía esa desgana a hacer cosas para ella misma. ¿Cómo era posible que no la sintiese cuando lo hacía para alguien? Era madre, esposa y profesional, estaba muy acostumbrada a hacer cosas para otros, pero no para ella. ¿Por qué?
Es cierto que cuando los demás la agradecen lo que hace se siente bien, le gusta ser reconocida. Cuando no es así, se enfada, se siente una víctima de la situación. Entonces, ¿lo que busco en realidad es la aprobación de los demás? Esto la sonó a algo que había leído hace unos días, como de niños aprendemos el papel del complaciente, si hago las cosas bien me quieren… , si demuestro mi capacidad de sacrificio me convertiré en una buena madre, esposa y profesional. Y, oyó el eco de su madre en la cabeza, ¡yo que siempre me sacrifiqué por vosotros…!
Sorbo a sorbo, aquel café siguió inspirándola en el análisis de su actitud. Cuando era pequeña buscaba un beso, una caricia, un abrazo… Sin embargo, aprendió a contentarse con un ¡qué buena eres, qué bien lo haces! Ella hubiera cambiado un buen café por un beso cariñoso, su plato preferido por un abrazo… ¿Mis hijos, mi marido, mis amigos, mis clientes… se sentirán igual?, ¿quizá me he centrado en el “buen hacer” para escudarme y no tener que demostrar mis sentimientos?
¡Qué sutiles podemos llegar a ser!, una sonrisa triste invadió su cara. Me creía «Doña Sacrificada» y resulta que soy «Doña Exigencias», culpando a los demás de mis carencias emocionales, obligándoles a un reconocimiento por mi obsesión de hacer, por mi obsesión de dar, eso si, a cambio de un reconocimiento. ¡Si ni yo misma valoro hacer café para mí, ¿por qué lo han de valorar los demás, por qué les exigo que lo hagan…? !
«Cómo cocinar tu vida» es el titulo de la nueva película de Doris Dorrie, la directora de Sabiduría Garantizada. La película transcurre de la mano de Edward Brown, un maestro zen que a través de sus clases de cocina nos enseña como trabajar la espiritualidad, «saber como cocinar es cuestión de cuidarse uno mismo y cuidar a los demás».
Como aperitivo, os invito a ver el trailer de la película
Creo que en la actualidad soplan vientos de integración y esta película es todo un ejemplo de como llevarlo a la práctica, integrar la espiritualidad en la vida cotidiana es posible.
La voz es el instrumento principal del ser humano que expresa, de alguna manera, quiénes somos. Nos puede ayudar a sanarnos, nuestro tono tiene la capacidad de reconectarnos con nuestra esencia porque al sonar nos fundimos con toda la existencia.
Próximamente estará en Madrid Jacomina Kistemaker, pionera en la investigación del uso del sonido para sanar y el crecimiento personal. Es una psicóloga holandesa dedicada a la búsqueda de la transformación y el desarrollo personal con el sonido y la escucha como principales herramientas de trabajo.Sus enseñanzas están basadas en una integración de sus conocimientos de técnicas occidentales y orientales. En sus conciertos y terapias utiliza, además de la voz, los cuencos tibetanos antiguos, gongs orientales y tingshas:
Los cuencos tibetanos, se hacen a mano en la región del Himalaya con una aleación de siete metales preciosos. Producen un sonido repleto de tonos armónicos y todos son diferentes, dependiendo su tamaño y sus vibraciones específicas. Facilitan la entrada en estados de paz y de relajación profunda y ayudan a llegar a una visión de la vida desde nuevas perspectivas.
Los gongs orientalesson instrumentos muy poderosos, fabricados sobre la base de una antigua tradición oriental. Son utilizados para el diagnóstico, para la limpieza de espacios y personas y, para acompañar procesos de transformación y sanación.
Los tingshasson muy prácticos por su tamaño. Producen sonidos penetrantes y agudos, muy útiles para desbloquear sutilmente cualquier parte del cuerpo.
“Podemos seguir viviendo al nivel del ego tanto tiempo como queramos. No es que esté “mal”; es insatisfactorio, simplemente.”
Annie Marquier
Cada día experimento con más certeza que la armonía y el equilibrio son claves en el hallazgo de nuevos caminos. De ahí, surge la idea de no tratar de aniquilar al ego, creo que es más interesante hacernos amigos, equilibrando su fuerza y potencial, para que actúe como una ayuda cuando es necesario y permitirle un merecido descanso cuando no necesito sus servicios.
Pero el ego no quiere perder su espacio ni su poder, desconfía de mis intenciones. Entonces se vuelve juguetón y va intentando nuevos caminos para despistarme. Me gustaría que compartamos estas experiencias para ayudarnos mutuamente, os cuento como voy pillando yo a mi ego en sus transformaciones:
El ego camaleón,
En un principio empiezo a observar el funcionamiento de mi propio ego, cuales son sus áreas de acción preferidas. Pero el ego es pudoroso y al sentirse observado, se esconde. En realidad cambia de campo de acción, surge su gran capacidad de adaptación a nuevas circunstancias y se especializa en un área nueva.
Por ejemplo, si mi energía (o inteligencia) predominante es la intelectual, será fácil encontrarme allí con mi ego. Al sentirse observado se irá a otra energía, por ejemplo, a la emocional. Y así continuamente, de energía en energía, hasta ir volviéndose más sutil cada día.
El ego espiritual,
Creemos que al ego le gusta la confrontación y es cierto, pero también sabe disimularlo. «Si no puedes con el enemigo, únete a él», esta parece ser la máxima del ego acorralado. Al sentirse observado en todos mis campos de actuación (o energías), decide unirse a mi en el camino del autoconocimiento.
Una forma de encontrarle: «todo lo que necesita una explicación viene del ego…»
El orgullo místico,
En este momento ya reconozco el ego de los demás con una claridad pasmosa, sin embargo, el mío se ha vuelto de una sutileza increíble. Por eso, me lo creo y me intento hacer la salvadora de todos los que me rodean, yo ya lo tengo controlado…
Además empiezo a perdonar a los demás, pobrecitos no conocen a su ego tanto como yo al mío, entonces me pregunto: ¿perdonar no llevará implicita una manera de juzgar?.
«Nunca serás nada de lo que hagas por maravilloso que sea, simplemente serás tú haciendo algo, manifestando fuera lo que eres. El autoconocimiento me hace más libre, pero no más yo, no puedo ser más porque ya lo soy todo.»
Una forma de encontrarlo es cuando empiezas a notar que la gente a tu alrededor empieza a posicionarte en los primeros puestos del autoconocimiento (por ser suave, otras veces lo crees directamente). Pero algo te recuerda que si ellos están contigo es porque son iguales a ti…
El ego espejo,
Estamos llegando a niveles profesionales, el ego parece estar totalmente controlado, ya no lo encuentras en ti. En realidad hemos acorralado tanto al ego que ha decidido manifestarse a través de aquellos con quien nos relacionamos.
Me llama poderosamente la atención mi nueva capacidad para atraer ciertos egos ajenos, en áreas que creía superadas o que no tienen nada que ver conmigo… Ante la insistencia y, conocido el orgullo místico, pongo en práctica la teoría de los espejos y ahí está, mi ego de nuevo.
«Lo que más nos irrita de los demás es aquello que puede conducirnos a un mejor entendimiento de nosotros mismos»
C Jung
De momento, no subestimo en absoluto la capacidad de mi ego (tampoco la de mi alma…) , estas son las claves que personalmente he ido encontrando y os puedo contar. Os invito a que me conteis las vuestras.
«Nosotros vivimos de palabras y éstas se convierten en nuestra prisión.
La palabra impide la percepción de la cosa o la persona porque la palabra contiene multiples asociaciones, distorsionando no solo la apreciación visual sino la psicológica.
Ver lo que las palabras le han hecho a nuestro pensar y darse cuenta de ello sin elección es aprender el arte de la observación: observar sin asociaciones»
J. Krishnamurti
Se me ha ocurrido que una buena forma de aprender a comunicarme es tratar de hacer mimo, tratar de comunicar con la boca cerrada… Así que me he traído al blog unos minutos del gran mimo Marcel Marceau, para aprender algo.
«El silencio no tiene límites, los límetes los pone la palabra»
Jorge se había quedado en casa porque llevaba unos días enfermo. Estaba muy aburrido de estar solo en su habitación y que nadie le hiciese caso. Su madre trabajaba en casa, pero esos días tenía que terminar un gran proyecto y el tiempo se la echaba encima.
Después de intentar durante toda la mañana que mamá le hiciese caso sin éxito, a Jorge se le ocurrió poner un anuncio en la puerta de su habitación:
Busco una mamá que me quiera,
Me mime
Me de besitos
Juegue conmigo…
Firmado: Jorge (nadie me quiere)
Cuando su mamá lo vio, llamó a la puerta:
– Buenos días, vengo a presentarme al puesto de mamá que está usted buscando…
– Muy bien señora, ¿sabe usted amar?, preguntó Jorge
– ¿Sabes tú entender el lenguaje del amor?, le contestó la mamá
– No sé, ¿a qué te refieres?
– Jorge, si yo te hablase en alemán tú no me entenderías, ¿verdad?
– No, ya sabes que no hablo alemán…
– Y, ¿sabes amar?
– Supongo que sí, yo te quiero mucho… ¿pero como puede saberse?
– A través del corazón. Amamos con el corazón, por eso cada uno tenemos el nuestro y cada latido de nuestro corazón es un impulso de amor hacía nosotros mismos y hacía los demás. Fíjate, cuando una mujer se queda embarazada la primera señal que aparece es el latido del nuevo corazón, como un impulso eléctrico de amor que nos ayuda en nuestro desarrollo.
– Mamá, también es lo ultimo que deja de funcionar cuando morimos, ¿verdad?
– Así es, el latido es previo a la formación del corazón, este empezará a formarse a las cuatro o cinco semanas y hasta la doceava semana de gestación no estará totalmente formado. De la misma manera, la muerte no se certificará hasta que el corazón deje de latir.
– Entonces, si mi corazón late yo sé amar…
– Efectivamente, mientras que tu corazón sea capaz de latir, también será capaz de amar. Pero para ser consciente de tu capacidad de amar debes primero ser consciente de tu amor, de tu corazón.
– Y, ¿todo el mundo puede hacerlo?
– Todos tenemos la capacidad de amar, Jorge. La fuerza del corazón es inmensa, es el órgano más fuerte del organismo. ¿Sabes que el cáncer, por ejemplo, no puede con el corazón?
– ¿Cómo se hace, mamá?
– Bien, cierra los ojos y respira tres veces profundamente. Ahora, vete a visitar a tú corazón, intenta sentirlo, intenta sentir el latido de tu propio corazón… y, simplemente acompáñalo, observa como late… Siente como cada latido es un impulso de vida, de amor… y, al primero que llega es a ti…
– ¡Mamá es emocionante!, lo he sentido…
– Lo has hecho muy bien Jorge, a los mayores nos cuesta un poco más llegar a nuestro corazón, tenemos que derribar todas las «corazas» que hemos ido construyendo a lo largo de la vida (frustraciones, desencuentros, fracasos amorosos…). Ahora es muy importante que no olvides visitarlo regularmente y así cada vez que alguien te ame podrás sentirlo…, entenderás el lenguaje del corazón, el lenguaje del amor…
– Como en la foto mamá, todos tenemos corazón pero pocos nos preocupamos de sentirlo
– Te voy a regalar esta foto para que la puedas tener en tu habitación y cada noche cuando te acuestes recuerdes lo importante que es activar tu corazón
Los dos se fundieron en un abrazo cálido y lleno de amor, después la mamá preguntó:
– Por cierto señor, ¿he conseguido el puesto de mamá?
«La meditación es un misterio tal que puede calificarse de ciencia, arte o habilidad sin ninguna contradicción.
Desde cierto punto de vista es una ciencia porque tiene que ejecutare un tipo de técnica muy definida. No hay excepciones a ello, es casi como una ley científica.
Pero desde otro punto de vista, también se puede decir que es un arte. La ciencia es una extensión de la mente, es matemática, es lógica, es racional. La meditación pertenece al corazón, no a la mente; no es lógica, está más cerca del amor. No es como otras actividades científicas, sino más bien como la música, la poesía, la pintura; por eso puede calificarse de arte.
Pero la meditación es un misterio tan grande que calificarla de “ciencia” o “arte” no la agota. Es una habilidad que o la descubres o no la descubres. Una habilidad no es una ciencia, no puede enseñarse. Una habilidad tampoco es un arte. Es la cosa más misteriosa del entendimiento humano.”
Hace unos días, en un artículo sobre como creamos nuestra realidad hablabamos sobre como poder poner en práctica las nuevas teorías que la física cuántica está descubriendo. Entonces mencionamos la meditación y vimos a través de un experimento sus resultados. Para que nos funcione también a nosotros, hay que practicar.
El secreto de la meditación es convertirse en el observador. Primero aprendes a ser para después aprender a llevar a cabo acciones centrado. Es decir, a través de la meditación aprendes una nueva forma de vivir, más intensamente, con más claridad, con una visión más amplia, pasas a ser el espectador que contempla desde lo alto lo que sucede alrededor. Para llegar a ser el observador hay que practicar.
Existen diferentes técnicas que nos ayudan y facilitan el camino a la meditación, lo interesante es encontrar la que más se adecua a nosotros. Muchas veces, solo la postura nos incomoda, no debemos estancarnos en ella, hay que estar cómodo, lo importante es practicar, la postura adecuada ya llegará. En este sentido, os recomiendo leer los artículos que sobre «Meditación» ha escrito la especialista en yoga Victoria Ambrós.
Como introducción, también he encontrado estos videos que nos explican de una forma bastante clara y gráfica, lo que es la meditación y como practicarla.
I. Beneficios de la meditación
II. Los chakras
III. Armonia y balance
IV. Técnicas de meditación
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¿¡Y tú, que sabes!? Este es el título de un famoso documental sobre las ultimas investigaciones en física cuántica, la física de las posibilidades, aborda que nos parece el mundo, como lo vemos y como es en realidad:
«¿Cómo podemos ver el mundo como algo real, si el yo que establece que es real es intangible?»
En el documental, en el que participan numerosos ciéntificos, explican que el cerebro no distingue entre lo que ve y lo que recuerda, es decir, no distingue entre lo que pasa en el interior del mismo y lo que pasa en el exterior. De ahí, que cada uno contemos una misma situación vivida de maneras bien diferentes: solo vemos aquello en lo que creemos…
Según la física cuántica, el universo está casi vacío, en la materia no hay nada, es como un pensamiento: ¿alguien ha visto alguna vez un pensamiento? El mundo material que nos rodea no son más que movimientos, todo son posibilidades de la conciencia. La conciencia es el alma, es el observador, de ahí que podamos crear nuestra propia realidad…
El cerebro nos puede ayudar a trascender, en él hay una parte espiritual accesible por nosotros, es la posibilidad de dejarse sorprender por la vida. Formular y centrarnos en lo que queremos hasta perder la noción de nosotros mismos y del tiempo, según la física cuántica eso es la realidad: La conciencia universal, todos somos uno
Nuestra cultura no valora el poder del pensamiento, por eso no cesamos de recrear las mismas realidades constantemente. ¿Podría ser que estemos tan condicionados que aceptamos no tener el control?, sobre esto hablamos en el artículo sobre determinismo o libre albedrío. ¿Existen todas las realidades de forma simultánea?
Todo lo que hemos escuchado hasta ahora es muy interesante, pero ¿cómo llevarlo a la práctica?. Si lo que hacemos afecta directamente a nuestra realidad, será mejor que actuemos conscientemente. Para tomar conciencia, de nuestro cuerpo, mente y espíritu no se me ocurre mejor ejercicio que la meditación (en el artículo «La Meditación» hablamos sobre como se practica). A continuación, un experimento sobre el poder de la meditación:
Las personas que hablan en este documental son científicos de reconocido prestigio, en la web oficial de ¿¡Y tú, qué sabes!?,está publicado su curriculum.
Para ver la escena sobre el poder de la palabra, pulsar aquí
Para ver escenas de ¿¡Y tú, qué sabes!? I, pulsar aquí
Cuanto más conscientes somos de aquello a lo que aspiramos, con más conciencia lo representaremos en el entorno, asegurándonos que éste nos favorece. De esta forma, nuestra práctica de Feng Shuinos aportará mejores resultados.
El pensamiento y la intención afectan a las moléculas. Esta es la conclusión del científico japonés Masaru Emoto, aplicando estimulos mentales al agua. En la siguiente escena de la película ¿¡Y tú, qué sabes!?, lo explican muy bien:
En este otro video, el propio Masaru Emoto nos explica como la vibración de las palabras nos pueden sanar o enfermar. Y, como a través del agua, ha podido comprobar el poder oculto de las palabras:
Debemos tener en cuenta que la palabra nos afecta tanto cuando la expresamos, a nosotros mismos o a los demás, así como cuando la escuchamos: «lo que doy, me lo doy. Lo que quito, me lo quito»
¿Por qué existen las flores?, ¿qué utilidad tienen?
Quizá «alguien» quiso recordarnos el placer de la contemplación de las cosas bellas, sin ningún objetivo más allá del disfrute de su belleza.
Decía Einstein que la creatividad está más allá del pensamiento, que el conocimiento es limitado, que la mente racional es un fiel sirviente y, el verdadero regalo es la intuición y la imaginación.
Pero no sólo es importante en el mundo científico, si hay alguna cualidad indispensable para los empresarios y empresas, esa es la creatividad. La capacidad de generar ideas, susceptibles de convertirse en oportunidades puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso empresarial.
Lo mismo sucede en nuestra vida privada, en nuestras relaciones de pareja, con amigos, con nuestros hijos… todos sabemos la importancia de ser creativos. Pero, ¿cómo se consigue?, ¿cómo ir más allá de nuestro pensamiento?
Uno de los caminos posibles es a través de la contemplación de las cosas bellas, de la quietud y el silencio que la observación nos brinda. Esto es lo que en la cultura asiática se entiende como meditación y Ellen Langer, una sociopsicóloga de Harvard, llama «cultura de la atención»:
«Deternerse en el día a día, a mirar, escuchar, sentir, oler, saborear con detenmiento y de forma consciente. Hay que tomarse el tiempo necesario para ver como las nubes cambian de forma. Cerrar los ojos y percibir uno tras otro, los mil sonidos que se pueden escuchar… Meterse en la boca un trozo de chocolate y no tragarlo de golpe, sino dejar que se deshaga lentamente, captando los matices del sabor… ¡La atención es el arte de captar las diferencias más pequeñas!»
En«El monje que vendió su Ferrari»,Robin Sharma nos propone un ejercicio diario muy valioso para llegar a dominar la mente, contemplar una rosa cada mañana:
«Lo único que se requiere para este ejercicio es una rosa fresca y un lugar silencioso.
Empieza mirando el centro de la rosa, a su corazón.
Una rosa es muy parecida a la vida: encontrarás espinas por el camino, pero si tienes fe y crees en tus sueños acabarás cruzando las espinas para llegar al corazón de la flor.
Sigue mirando la rosa. Fíjate en su color, textura y diseño. Saborea su fragancia y piensa únicamente en el objeto que tienes ante ti.
Al principio notarás que otros pensamientos te distraen. Es el síntoma de una mente mal entrenada. Pero no te apures, porque la cosa mejorará enseguida.
Vuelve tu atención al objeto en que estas fijándote; tu mente no tardará en volverse fuerte y disciplinada. Al principio cuesta porque no estamos acostumbrados al silencio y la quietud de nuestra mente, pero merece la pena insistir por los beneficios que aporta. Practícalo a diario y recuerda:
«Decir que no tienes tiempo para mejorar tus pensamientos es como decir que no tienes tiempo para echar gasolina porque estás demasiado ocupado conduciendo»
Para realizar este ejercicio necesitamos un poco de tiempo, voluntad y decidir que contemplar. De nuevo, lo que nos rodea, nuestro entorno cobra importancia en nuestro desarrollo, tengámoslo en cuenta a la hora de decorarlo.
«Es cierto que la técnica de Feng Shuiaún no ha sido probada a través de ningún método científico conocido. Pero, creo que el Feng Shui es una ciencia del futuro porque sus principios básicos tienen que ver con la Física Cuántica y la Relatividad»
¿¡Y tú, qué sabes!? es el título de un documental realizado por científicos norteamericanos sobre la física cuántica. En él nos enseñan el sinfín de posibilidades que existen: ¿hasta donde estamos dispuestos a llegar…?
He encontrado algunos videos en español sobre la primera película:
El experimento de las dos ranuras o como se comporta la materia…
Si tenemos miedo a lo desconocido, ¿cómo podremos conocer cosas nuevas?
Después del éxito de la primera película, decidieron realizar una segunda: ¿¡Y tú qué sabes!? Dentro de la madriguera. Se trata de una versión extendida en la que han incluido más temas, nuevas entrevistas y nuevos conceptos sobre la física cuántica y sus posibilidades:
Para ver la escena sobre el poder de la palabra, pulsar aquí
Para ver escenas de ¿¡Y tú, qué sabes!? II, pulsar aquí
Para acceder al artículo «Aprende a practicar Feng Shui»,pulsaraquí
Como comentábamos en los artículos sobre los mandalas, la obra del artista británico Andy Goldsworthy, representa uno de los mejores ejemplos actuales. Leyendo el blog «El jardín cerrado» me entero que próximamente colocará una de sus instalaciones en el Palacio de Cristal, en el madrileño Parque del Retiro (del 2 de Octubre hasta el 21 de Enero del 2008).
Goldsworthy «se va a los bosques», y con materiales que éstos le brindan construye en ellos obras efímeras, en las que los propios elementos van actuando libremente hasta reintegrarse de nuevo en su entorno. Fija su obra a través de la fotografía, para después abandonarla a la lógica interna de la materia que la compone y a la de los agentes externos que van modificándola.
“Lo que intento hacer no es forzar, sino más bien permitir que las fuerzas existentes fluyan hacia la obra. Así que si llueve o hay viento, uso el viento, uso la lluvia, en lugar de tratar de oponer resistencia a estos elementos. Intento trabajar con ellos y ver los problemas como, en realidad, lo más interesante del trabajo. A veces, precisamente lo que ha sido un problema al hacer la obra, resulta ser lo más interesante. Y no debo combatirlo, debo trabajar con ello. Pero inevitablemente hay momentos en los que parece que estoy intentando forzar, y esos momentos son errores. Puedo ser muy perseverante —tengo que serlo para crear las obras—, pero la línea que separa la imposición de la perseverancia es muy fina. Y a veces simplemente no funciona como yo tenía pensado”
Entiendo que la obra de Andy Goldsworthy refleja muy bien la filosofía Feng Shui, recordándonos la temporalidad de las cosas, el cambio constante y como consecuencia enseñándonos el despego necesario …
Cuando Juan tenía cuatro años, un día le pregunto a su padre que donde estaba su papá y, éste le contesto que había muerto. Mirando al techo del dormitorio, le contó que se había ido al cielo. Así, cada vez que venía alguien a casa y le contaba que su abuelito se había muerto le llevaba al dormitorio de sus padres y le señalaba el techo.
Entonces, su padre decidió explicarle que no se refería al techo de la habitación sino al cielo. A partir de aquí siempre que viajaba en avión, lo primero que hacía era bajar la ventanilla… ¡¡No me extraña, siguiendo su lógica, cualquiera se expone!!
Su obsesión por la muerte fue creciendo de tal forma que tenía pavor hasta de ir al colegio, donde un niño mayor le había amenazado con matarlo si le volvía a ver en «su» tobogán…
Muchas noches se despertaba en medio de una pesadilla e iba corriendo a la cama de sus padres increpándoles con miles de preguntas, ¿de donde venimos?, ¿por qué estamos aquí?, ¿a donde vamos cuando morimos?
La noche del séptimo cumpleaños de Juan, se levanto sobresaltado y se fue a la cama de su madre donde tuvieron una interesante conversación:
– Mamá, algún día tú moriras…
– Todos los días morimos de alguna manera, Juan. Hace tiempo yo era un bebé y ahora soy una mamá. Nunca volveré a ser bebé, como tal he muerto, mi cuerpo, mi voz, mis ideas de bebé… murieron dando paso a lo que pienso y soy hoy.
– Pero mamá, ¿Qué pasa cuando mueres?, ¿donde vas?
– A ningún sitio Juan. Tú hoy has cumplido siete años, así que podríamos decir que el Juan de seis años murió anoche y aquí sigues…
– ¿Y qué pasa con el cuerpo?
– El cuerpo está en constante cambio, hasta la última célula se regenera, podríamos decir que cada seis meses tenemos un cuerpo nuevo. Cuando no permitimos este cambio, el cuerpo enferma…
Uno de los conceptos de Feng Shui más importantes es el equilibrio entre el yin y el yang, los opuestos y complementarios, el negro y el blanco, el silencio y el ruido, la muerte y la vida … Es en la relación entre ellos, de oposición o complementariedad, la que genera el movimiento, la evolución y por tanto el cambio, lo único constante en el universo.
«La muerte es el principal agente de cambio de la vida, retira lo viejo para dejar sitio a lo nuevo. Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón»
Esto es lo que declara Palm, una americana que vivió una experiencia de «casi muerte». Lo excepcional de este caso es que sucedió cuando estaba bajo una detallada observación médica en el transcurso de una delicada operación.
En este video titulado «Ciencia y Espíritu» de Discovery Channel nos cuentan la historia…