Cuando cambié el ibuprofeno por una palabra

1,noviembre 2009

“Todo lo que sucede en tu vida y en tu cuerpo

comienza por algo que sucede en tu conciencia”

Vanesa Saavedra

ibuprofeno

Cuando me casé, empecé a tener hijos y dejé de trabajar fuera de casa. Mi vida cambió 360º, de la noche a la mañana me convertí en ama de casa, mamá y esposa. Poco a poco, aprendí a gestionar mis nuevas tareas y pude encontrar el tiempo para dedicarme a muchos hobbies que tenía pendientes. En aquella época, huía de todo aquello que pudiera sonar a cambio.  Tenía la sensación de que si el cambio tendría que venir lo haría, la vida me avisaría. Así fue.

Habían pasado ocho años. Era una tarde de domingo cualquiera. Salí con mis hijos a buscar una película. Estaba lloviendo, así que corrimos al salir del coche. Dos metros antes de llegar al establecimiento me resbalé y caí. Me fracturé el coxis. El aviso acababa de llegar, el recreo había terminado. Durante dos meses tuve que estar en reposo, tiempo en el que intenté descubrir a qué podría dedicarme, qué me estaba tratando de decir la vida. Curiosamente, mientras tanto, también me dediqué a estudiar Feng Shui. Hacía ya unos diez años que había descubierto esta técnica y siempre que viajaba y tenía oportunidad me compraba un libro. Algunos, los había dejado por su complejidad en espera de tener el tiempo suficiente para profundizar y entenderlos, ahora lo tenía.

Con el tiempo me recuperé de la lesión y empecé a dedicarme al Feng Shui de manera profesional. De vez en cuando, el coxis me dolía, especialmente cuando iba a cambiar el tiempo, o eso creía yo…

Tenía el teléfono de Vanesa Saavedra en mi móvil guardado desde hacía más de tres años. Me lo había dado una amiga mía, era clienta de ella y la gustaba tanto su trabajo que de vez en cuando me insistía en que la llamara. Os podéis imaginar que en esta época la insistencia fue en aumento. Ahora, si la llamé, el cambio ya no era un problema para mí, había llegado y cualquier ayuda era bienvenida.

Vanesa me explicó su trabajo, como a través del cuerpo podía conocerme mejor, aprender a interpretar esos mensajes que yo intuía que la vida me daba. Y, lo que me pareció más interesante, asegurarme que mi cuerpo no me limitaría, sino que me apoyase en la consecución de mis sueños, de mis objetivos en la vida. Acabó diciéndome, es como el Feng Shui aplicado al cuerpo. Desde entonces trabajo mi cuerpo con la guía de Vanesa.

Entiendo cada nuevo proyecto, cada nuevo objetivo como una nueva melodía a tocar. Lo comento con Vanesa, cual es la melodía, como me gustaría que sonase y ella me guía en como afinar mi instrumento y como mantenerlo. Lo cierto es que durante todo este tiempo de trabajo había un asunto que salía de forma recurrente, el dolor de coxis. Con su ayuda descubrí que no tenía nada que ver con el cambio de tiempo meteorológico, sino con mi miedo a no ser capaz de conseguir lo que me proponía. Así, cuando el coxis me llamaba la atención empecé a hablar con él y decirle con determinación, sé que tengo miedo pero soy capaz de conseguirlo. Ya no recuerdo cuando fue la última vez que tome ibuprofeno para este dolor.

Son muchas las anécdotas que os podría contar de mi trabajo con Vanesa durante estos años, esta de hoy es una de ellas. Además, estoy segura que son mucho mejores las que podríais contar cada uno de vosotros sobre vuestro cuerpo. Por eso, os invito a la Conferencia que Vanesa dará en Espacio OCTO este próximo jueves, podéis ver la información pulsando aquí.

Maru Canales

Autora del libro «Feng Shui en la vida»

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