Hace poco hice un proyecto de Feng Shui a un cliente que estaba realmente interesado. Tuvimos varias reuniones en las que hablamos sobre sus deseos y las opciones que esta técnica nos planteaba, lo que significaba y suponía… Fue pasando el tiempo y me decía que era incapaz de realizar los cambios propuestos.
He de reconocer que esta situación me tenía desazonada, ¡como alguien con tanta ilusión ofrecía tanta resistencia al cambio!
Entonces asistí a una Conferencia sobre El Miedo, en la que Pilar Jericó decía:
«El miedo es como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, tiene dos caras»
- Miedo equilibrante,
Unas veces se presenta como equilibrante, es el miedo que nos protege ante peligros, es positivo para nuestros intereses, tiene una base evolutiva y aparece puntualmente
- Miedo tóxico,
Cuando el miedo nos paraliza, se convierte en destructivo para nuestros intereses, se torna tóxico. No contribuye a nuestra evolución, frena nuestro talento vaciando de contenido nuestro futuro y se prolonga en el tiempo
Reconozcámoslo, todos tenemos algún miedo más o menos escondido, de esos que nos paralizan. Las buenas noticias es que podemos vencerlo, reconociéndolo, conociéndolo y enfrentándonos a él.
Le propuse a mi cliente leer el libro que Pilar Jericó ha escrito «No Miedo, en la empresa y en la vida», el cual nos da las claves de los diferentes tipos de miedo para poder combatirlos. Una vez descubierto, el tipo de miedo y sus mecanismos de actuación, pudo mirarlo a la cara y superarlo.
En este mismo libro aparecen los datos de una encuesta, según la cual estos son los 5 miedos principales:
- El 38% tenemos miedo al fracaso
- 24% miedo al rechazo
- 16% miedo al cambio
- 16% miedo a la no supervivencia
- 6% miedo a la pérdida de poder
En realidad el miedo al cambio es el que engloba todos los miedos, más aún cuando nos referimos al cambio interno, personal, el que no depende de ninguna variable externa. Sin embargo, estoy convencida de que es la superación de este miedo la más gratificante y transformadora.
Pensando en cada una de las aspiraciones de nuestra vida, como nos propone la técnica de Feng Shui, ahondamos en nuestros deseos y anhelos. Cuando nuestros sueños y objetivos aparecen acompañados del miedo, debemos conquistarlo para que no sea la causa del aplazamiento de nuestra felicidad.
«No es más valiente quien no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo»
Libro recomendado: No Miedo, en la empresa y en la vida
Acceso directo a otros artículos relacionados:
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- El miedo es individual
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Blog de Maru Canales 
Hola Maru:
Acabo de «dar a luz» a mi primer blog y estoy, como quien dice, conociendo a mis vecinos. Ha sido un placer dar con tu blog, pues soy un aficinado del feng shui, así que vendré a partir de ahora con calma por tu espacio, para aprender. Gracias por compartir.
El miedo es también un tema que me interesa bastante, pues como bien dices no siempre es «malo»; a veces, muchas, sucede como con los fracasos: con ellos es cuando más aprendemos. Sin embargo, creo que «la madre de todos los miedos» es el miedo a la Muerte. Por eso, una sociedad que reniega de la muerte es una sociedad con bastante miedo, que suele acabar proyectado como violencia. Saludos y gracias por tu blog.
Bienvenido Juan, también visitaré con más calma tu interesante blog
Parece que es cierto lo que dices, es el miedo a la muerte el que se lleva la palma. Es curioso, por cuestiones personales he trabajado mucho este invierno el concepto de la muerte. Desde hace un par de semanas, a raiz del video de Steve Jobs, tengo preparado un artículo sobre el tema. Sin embargo, parece que aún no he superado el miedo a publicarlo… hasta hablar de la muerte nos cuesta.
Pero ahora que ya tengo identificada mi colección de miedos y que estoy comprobando que conocerlos, entender como funcionan y mirarlos a la cara , como dice Pilar, funciona: ¡La semana que viene lo publico sin falta!
Saludos
Gracias, Maru, por esta interesante distinción entre miedos. Y, sí, estoy de acuerdo con Juan: el miedo a la muerte es el padre y raíz de todos los miedos, ya que significa, rotunda y sintéticamente, un fracaso irremediable, entendiendo «fracaso» en el más amplio sentido.
Hace muy pocos días, publiqué en mi bitácora un pensamiento de José Bergamín sobre la diferencia entre miedo y cobardía:
http://eldoctorhache.wordpress.com/2007/05/31/miedo-y-cobardia/
Un saludo muy cordial, y gracias de nuevo.
Gracias, Maru. Visítame cuando quieras; serás bienvenida. Eso sí, si no me pillas allí, déjame si tienes tiempo una nota «pa» saber que estuviste por casa 🙂 . Desconozco el trabajo de Steve Jobs. Ahondaré un poco en él gracias a tu blog.
Si lo publicas, te secundaré en el riesgo. Lo publiques o no, sincerarte escribiendo sobre este tema en concreto te será muy liberador…como bien sabes. Saludos.
Veo que no es vuestro caso pero creo no haber tenido jamás miedo a la muerte, ni a perder los pocos bienes materiales de los que hoy disfruto. Creo que el único miedo que he padecido a lo largo de mi vida ha sido el de considerar que como consecuencia de mis actos se pudiese derivar la pérdida de relación con alguna persona que por la razón que sea consideras que es adecuada para depositar tu amor, sea éste de la naturaleza que sea. Miedo y falta de seguridad en sí mismo podrían parecer las dos caras de la moneda; miedo, por un lado, a prever que en tu relación con el mundo habría entonces un hueco que le dejase de dar sentido a una parte de tu vida, e ignorancia, por otro, de la verdadera potencialidad y del gozo de amar libremente y sin pedir nada a cambio.
Hola Pablo,
Creo que no te entiendo cuando dices que la muerte es un fracaso. Si estamos hablando de la muerte física, ¿por qué entenderla como un fracaso cuando es totalmente inevitable?
Puedo entender el fracaso si nos referimos a morir en vida, a dejar de vivir la vida, de ilusionarnos por las cosas, a darnos por vencidos…
Siempre es un placer intercambiar ideas contigo, un abrazo…
Hola Juan,
Visitado y comentado, un placer!
He publicado un artículo «Ciencia y Espíritu» de una experiencia de casi muerte, ya me dirás que te parece, la conclusión de Pam…
Hola Jose Maria,
En palabras de la autora del libro, estarías hablando del «miedo afiliativo», el miedo latino por excelencia.
Como casi todos los latinos comparto este miedo contigo y estoy encantada de haberlo desenmascarado. Escribiendo el artículo de la felicidad aplazada, me di cuenta que este miedo es el principal causante de dicho aplazamiento.
Coincido contigo en no temer a la muerte física. Sin embargo, tengo pavor a «morir en vida»
Un abrazo,
Maru
Muy interesante el hilo. Temer a la muerte es morir en vida. Vivir en vida es asumir la muerte como parte inexorable de la vida. El tema de las relaciones, como se dice por aquí, es «para echarle de comer aparte» 😉 Pretendemos hallar a esa persona que nos dé sentido, que nos valore, que saque lo mejor de nosotros mismos… Muchas veces buscamos escondernos en nuestra relación. Sólo asumiendo en soledad nuestras sombras, saldrá a la luz nuestro amor. Amor que, por empatía, atraerá a personas que sean afines a nuestra visión de la vida y de las relaciones. En general, más como observación que como crítica, gran parte de las relaciones se basan en mutua posesión consensuada. La libertad y las relaciones…cuesta aunarlas, pero es posible y necesario. Si no, la relación, las personas que la forman y sus vidas, se vuelven serias: muertas. (Y gracias, Maru, por aportar el Primer comentario 😉
El peor miedo, el que más hace sufrir al que lo padece, es el miedo a ser feliz.
Son muchos los que no saben actuar si no es según los patrones establecidos, eso hace que nos alejemos de la felicidad en muchos casos.
Hola Maru: Muchas gracias por tus palabras y por compartir tus conocimientos sobre el Feng Shui y emociones relacionadas. He llegado a tu página indagando cosas del miedo y ¡qué sorpresa verte online!
Estoy muy de acuerdo con todo lo que aquí se menciona. Creo que el principal miedo es a la muerte (física, como bien matizais) y quizá el fracaso sea una sensación de muerte.
Ser feliz también nos cuesta y lo que creo que es uno de los principales temores es a ser uno mismo. Por eso, nos llenamos de excusas para culpar a otros de lo que nos ocurre y muchas veces buscamos la actitud de víctima. A veces nos empeñamos en tener muchas cosas porque creemos que la felicidad está ahí, cuando la esencia del miedo está en la pérdida. Cuando más tengamos, más tendremos miedo de perderlo. Por ello, desde el ser somos más fuertes al precio de asumir más responsabilidad.
Un abrazo a todos y gracias de nuevo, Maru
Hola Pilar, ¡muchas gracias a ti, por tu visita y tu comentario!
Estoy de acuerdo contigo en que nos pasamos la vida buscando la felicidad, pero dado que no la encontramos de forma continuada: ¿no deberíamos plantearnos que quizás hay algo equivocado en nuestra forma de ser?
Estoy convencida de que se puede encontrar y esa búsqueda personal es la que comparto en este blog, lo que a la vez me sirve de gran ayuda
HOLA MARU!!!ME GUSTARIA PODER CONTACTAR CONTIGO PARA VER SI TU ME PODRÍAS HACER UN PROYECTO O AYUDARME A QUE YO LO HAGA.
EL PROYECTO ES LA REFORMA DE MI PISO Y COMO LLEVO TIEMPO LEYENDO TU BLOG Y ME ENCANTA, PUES HABÍA PENSADO QUE QUIZÁ TÚ PODRÍAS AYUDARME A TRAER EL FENG SHUI A MI HOGAR.
MUCHAS GRACIAS POR ATENDER MI CORREO Y ESPERO NOTICIAS TUYAS EN MI DIRECCIÓN PERSONAL : nalanda@lycos.es
GRACIAS POR TODO Y ESPERO SEGUIR RECIBIENDO PUNTUALMENTE TU BLOG EN EL MAIL, YA QUE ADEMÁS DE GUSTARME MUCHO, TAMBIÉN ME A AYUDADO MUCHO EN MI MANERA DE VER LAS COSAS Y DE PENSAR
¡¡¡¡¡GRACIAS MARU!!!!!
Muchas gracias a ti por tus amables palabras, Marta Mercedes. Te mandaré un email para que me cuentes más detalles.
¿por qué hablan del miedo a la muerte y no de sus principales miedos?, ¿por qué le tienen miedo a la muerte y por qué le tienen miedo a algo que no existe, es algo ridículo, no creen?
no quiero k uses mi nombre esta bien
y espero saber quien esres
Hola edgar,
Como bien sabes mi apellido es Canales, no es muy raro pero tampoco muy habitual y, tengo dos hermanos varones. Pues bien, hace unos meses me presentaron a un chico que se llamaba y apellidaba exactamente igual que mi hermano mayor y que además tenia otro hermano, pequeño que se llamaba igual que mi hermano pequeño. Increible, no? Pues, estas cosas pasan…
Quizá nos recuerdan que no somos tan importantes como nos creemos y que nuestra verdadera identidad no está en el nombre…
Un abrazo,