La felicidad en la empresa

25,May 2008

felicidad en el trabajo

Según un informe sobre la gestión de recursos humanos que acaba de publicar recientemente la prestigiosa consultora PricewaterhouseCoopers,  es importante para las empresas «medir» la felicidad de sus empleados porque en ella puede estar la clave para obtener ventajas competitivas: «Las organizaciones exitosas convierten el bienestar de sus empleados  en una ventaja estratégica»

Una vez comprobado el nivel de felicidad de la plantilla respecto al trabajo que realizan y a la empresa en la que trabajan, entonces se pueden realizar mejoras:

  • aumentar la participación de los empleados 
  • aumentar el rendimiento

La felicidad de los empleados puede medirse analizando los niveles de compromiso, buscando datos relativos a la resignación, las tasas de ausencia, las actitudes de los empleados, las horas de formación, remuneración según rendimiento y la incidencia de las quejas.

En mi opinión les ha faltado incluir «la prueba del algodón» el análisis de Feng Shui. Somos lo que pensamos, sentimos, creemos y observamos, por ello el análisis del entorno laboral nos aporta datos reales del nivel de «felicidad» de una empresa. Pero aún más, a través del entorno podemos mejorar la motivación y el ambiente laboral, lo que repercutirá en la eficiencia. Incluso podemos enseñar a nuestros empleados a motivarse a través del entorno (ver Coaching Aspiracional, pulsando aquí)

En este sentido, me gustaría proponer un ejemplo muy gráfico, imaginemos una pareja de recién casados que acaban de inaugurar su casa. Ella fue la encargada de la decoración y se la enseña por primera vez a su recién estrenado marido. El va recorriendo la casa, entusiasmado por el buen gusto de su mujer, hasta que llega al dormitorio y se encuentra dos camas separadas por una mesita en medio. Mira a su mujer perplejo y ésta le da un beso y le dice: – ¡Cuánto te quiero!

Esto es lo que nos suele pasar en las empresas, hay muchos mensajes cargados de buenas intenciones pero no hay acciones que los apoyen, a estas alturas todos sabemos que «las palabras se las lleva el viento…». Analizando el entorno podemos encontrar aquellos detalles que esten contradiciendo nuestros mensajes, encontrar en donde hemos cambiado la cama de matrimonio por dos camas separadas por una mesita de noche…

La mejor manera para asegurarnos que nuestro mensaje sea escuchado y cause el efecto esperado es la veracidad, la cual se comunica a través de la acción. En la mayoría de los casos nos encontramos con entornos que contradicen nuestros mensajes restándoles dicha veracidad. A través del análisis del entorno que propone la técnica de Feng Shui y, la puesta en práctica de las recomendaciones, nos aseguramos que el entorno apoya nuestros mensajes y los comunica en la forma adecuada.

Maru Canales

Autora del libro: «Feng Shui en la empresa»

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La mujer trabajadora

8,marzo 2008

Mi abuela siempre me decía que su generación era la que había conocido más cambios a lo largo de su vida. Me explicaba como cuando era una niña iban a buscar agua a la fuente o lavaban la ropa en el río. En su madurez abría un grifo para conseguir agua y hacía la colada en una máquina en su propia casa.

Cambios tecnológicos que han acompañado otros muchos cambios en otros niveles. Mi abuela se casó con quien debió y no se planteó nada al respecto. Las mujeres hemos conseguido grandes logros a nivel personal, aunque todavía no tengamos claro, ni nosotras ni los hombres, como acomodarnos a la nueva situación, supongo que este será el reto de nuestra generación.

Profesionalmente también hemos conseguido grandes logros, pensando en ello no me puedo imaginar que pensarían los grandes maestros de Feng shui de la China Imperial sobre una profesional de Feng Shui, mujer y española…

Hoy, es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y me gustaría celebrarlo con humor:

mujer-trabajadora.jpg

Maru Canales

Autora del libro: «Feng Shui en la empresa»

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En busca de la felicidad

8,noviembre 2007

Es el título de la película de Gabriele Muccino, protagonizada  por el famoso Will Smith. Esta película te deja con la sensación de que todo es posible, solo hay que confiar, creer en uno mismo. Hay dos momentos que me gustan especialmente:

  • El cuento que el niño narra a su padre:

Un señor se está ahogando en el mar. Pasa un barco y le quiere salvar, pero el hombre lo rechaza: -muchas gracias pero no es necesario que me socorran. Dios vendrá a salvarme.

Al cabo de un rato, el hombre sigue ahogandose y pasa otro barco que también quiere socorrerlo. Pero el hombre vuelve a contestar que no es necesario, que él es creyente y que está esperando a Dios, El vendrá a salvarlo.

Finalmente el hombre se ahoga. Cuando llega al cielo y se encuentra con Dios le pregunta: – Dios, yo he sido un gran creyente y te rogue que me salvases, ¿por qué no lo hiciste?

A lo que Dios le contestó: Te mande dos barcos…

  • El momento en que el protagonista le pide perdón a su hijo, le acaba de romper su sueño… , así empieza el trailer. Me recuerda a lo que nos proponia Cury en Padres e Hijos:

«si no pedimos disculpas no podremos enseñar como no ser arrogantes…»

Realmente la actitud ante la vida del protagonista recuerda a lo que comentamos en el artículo Feng Shui en «El Secreto», sobre la práctica de la ley de atracción.

Maru Canales

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El hombre que tenía mala suerte

16,octubre 2007

Decíamos en el artículo titulado Padres e Hijos que «los contadores de historias son vendedores de sueños». Buscando cuentos para contar a mis hijos, he encontrado (en el Blog de Gallaecus) este que ha tenido un gran éxito con ellos y me gustaría compartir con vosotros.

Aprovecho para ilustrar el cuento con la obra de Magritte «False Mirror» (Espejo Falso), no solo porque me encanta, sino porque además creo que refleja muy bien la moraleja del cuento. 

 

Érase una vez un hombre que siempre tenía mala suerte. Los años iban pasando y aunque se esforzaba mucho, todo era en vano, seguía teniendo mala suerte. Después de darle muchas vueltas, llegó a la conclusión de que necesitaba ayuda. ¿Y…, quién era más indicado para prestársela que Dios?

Así que el hombre decidió ir a ver a Dios para pedirle que le cambiara su mala suerte. A la mañana siguiente se puso en marcha. Caminó durante mucho tiempo, hasta que al cabo de algunos días llegó a la selva y abriéndose paso entre la maleza, escuchó de repente una voz estridente:

– «¡Oooooooh….oooooooohh!»

Asombrado buscó el origen de esa voz pensando que a lo mejor alguien podía estar necesitando su ayuda. Encontró un lobo raquítico, se le podían contar las costillas y el pelo se le caía a mechones.

– ¿Qué te pasa lobo?, le preguntó.

– Estoy mal, de un tiempo a esta parte todo me va mal. No tienes más que observar mi aspecto…, contestó el lobo.

– No hace falta que me cuentes nada más, yo también tengo mala suerte. Por eso voy a ver a Dios, a pedirle que me cambie la suerte.

– Por favor, pídele también un consejo para mí, le rogó el lobo

El Hombre le dijo al lobo que así lo haría y siguió su camino hasta llegar a un árbol en cuya sombra pensó en descansar. Se recostó y en cuanto cerró los ojos oyó una voz:

– ¡Oooooooohh! ¡Ooooooooohh!

Aunque el hombre abrió los ojos pero no pudo ver a nadie a su alrededor. Al cabo de un rato volvió a escuchar el quejido y así sucedió una y otra vez, hasta que por fin se le ocurrió preguntar al árbol si era él.

– Sí, yo soy. Contestó el árbol. Últimamente todo me va mal, mira mis ramas torcidas y mis hojas marchitas

– ¡No sigas! Ya sé de qué me estás hablando. Yo también tengo mala suerte, por eso voy a pedirle a Dios que me la cambie.

– Por favor, pídele también un consejo para mí. Le pidió el árbol.

Y prometiéndole al árbol que así lo haría siguió su camino durante días hasta llegar a un precioso valle, en donde descubrió una casa muy acogedora. Al acercarse vio que delante de la casa estaba una mujer muy hermosa que parecía esperarle.

– Ven, viajero, ven a descansar. Le insistió la mujer.

Con el cansancio acumulado de tantos días de viaje, el hombre aceptó de buen grado. Pasaron una velada muy especial, disfrutó de una buena comida y de una agradable charla en la que la mujer le contó lo triste y sola que se sentía. Cuando el la contó el motivo de su viaje, ésta también le pidió que un consejo para ella.

A la mañana siguiente el hombre emprendió de nuevo su viaje, caminó días hasta que llegó al Fin del Mundo. Se asomó, miró hacia abajo, a la derecha, a la izquierda y hacia arriba, pero no pudo ver nada que no fueran estrellas. De repente se formó una nube enfrente de él que fue tomando la forma de la cara de un hombre.

– ¿Eres Dios?, preguntó tímidamente

– Sí, yo soy, le contestó una voz procedente de la nube.

– Las cosas me van mal y he venido para pedirte que cambies mi suerte, siguió el hombre.

De acuerdo, te daré la clave que te cambiará la suerte, tienes que estar muy atento y buscar tu buena suerte

El hombre entusiasmado por haber recibido la clave de su suerte emprendió rápidamente el camino de vuelta a casa, quería llegar cuanto antes y comprobar que su suerte había cambiado. Al pasar por delante de la casa del valle, la mujer le preguntó cual era el consejo para ella, a lo que él contestó:

– Me dijo que lo que te faltaba era un hombre, un compañero que compartiera la vida contigo aquí en este valle.

La mujer se emocionó pensando que ahí mismo tenia a su hombre, pero este salió corriendo y gritando: he visto a Dios y me ha prometido que me va a cambiar la suerte, sólo me pidió que estuviera atento, ahora tengo que irme, he de buscarla.

Siguió corriendo hasta llegar a donde estaba el árbol quien también le preguntó por su consejo y así le explicó que debajo de tus raíces había un enorme tesoro que le impedía crecer.

El árbol le pidió que sacase el tesoro de sus raíces y que por supuesto se lo podría llevar. Pero el hombre disculpándose empezó a correr, tenía prisa por llegar a casa y ver si habría cambiado su suerte realmente.

Finalmente se encontró de nuevo con el lobo y le explicó todo lo que había pasado hasta entonces. Cuando acabó su relato e l lobo le preguntó:

– ¿Y para mí…., para mí no te dio un consejo?

¡Ah, si!, me dijo que para ponerte de nuevo fuerte sólo tenías que hacer una cosa, comerte a la criatura más estúpida de la tierra, entonces te irá todo bien.

Así el lobo hizo un gran esfuerzo por levantarse, se abalanzó sobre el hombre y lo devoró.

Maru Canales

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Las claves del éxito de Steve Jobs

1,junio 2007

No hay duda que Steve Jobs conoce el éxito, fue uno de los creadores del Mac y en la actualidad es el Presidente de Apple y Pixar Animations. Sin embargo, no se licenció en la Universidad, fue despedido de la empresa que había creado y años más tarde le diagnosticaron un cáncer…

Os invito a ver este video en el que nos cuenta las claves de su éxito:

De nuevo surge la cuestión que planteábamos en el artículo «Tiempo y feng shui, ahora» ¿Existe el libre albedrío o nuestra vida esta predeterminada?

Maru Canales

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